Aunque ambos materiales tienen corazón de madera, sus diferencias son bastante marcadas en apariencia, vida útil y cuidados.
La diseñadora Melissa Ugarte, de Studio2 Arquitectura de Interiores, y la arquitecta Pamela Rodríguez nos orientan en la elección que nos llevará a conseguir muebles más duraderos y acordes al uso que les daremos.
Por ejemplo, el MDF (fibras de densidad media, por sus siglas en inglés) está conformado por partículas de madera de tamaño medio, compactas y uniformes que pueden llevar diferentes acabados.
En cambio, la melamina se trata de una película delgada de resina que cubre una base de aglomerado crudo, es decir, un tablero fabricado con pequeñas virutas de madera encoladas a presión.
Mira nuestra galería y conoce más acerca de las características a favor y en contra de ambos materiales.